Lunes, 6 septiembre
La XXIII semana del tiempo ordinario
CANTO DE REUNIÓN
B. de Marzi: Signore delle Cime (coro)
RITOS INICIALES
canto de entrada Sal 118,137.124

Señor, tú eres justo, tus mandamientos son rectos.
Trata con misericordia a tu siervo.
SALUDO
En el nombre del Padre, y del Hijo, † y del Espíritu Santo.
– Amén.
La paz esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
In nómine Patris, et Fílii † et Spíritus Sancti. – Amen.
Pax vobis. – Et cum spíritu tuo.
ACTO PENITENCIAL
Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados misterios reconozcamos nuestros pecados.
Una breve pausa en silencio.
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes (vosotros), hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes (vosotros), hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amen.
Confíteor Deo omnipoténti et vobis, fratres, quia peccávi nimis cogitatióne, verbo, ópere et omissióne: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, omnes Angelos et Sanctos, et vos, fratres, oráre pro me ad Dóminum Deum nostrum.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. – Amén.
KYRIE
Kyrie: Missa mundi

Señor, ten piedad. – Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. – Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. – Señor, ten piedad.
ORACIÓN COLECTA
Oh, Dios, por ti nos ha venido la redención y se nos ofrece la adopción filial; mira con bondad a los hijos de tu amor, para que cuantos creemos en Cristo alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. – Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
LECTURA
Col 1,24 – 2,3
LECTURA de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses
Hermanos:
Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros: así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado servidor, conforme al encargo que me ha sido encomendado en orden a vosotros: llevar a plenitud la palabra de Dios, el misterio escondido desde siglos y generaciones y revelado ahora a sus santos, a quienes Dios ha querido dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para presentarlos a todos perfectos en Cristo. Por este motivo lucho denodadamente con su fuerza, que actúa poderosamente en mí.
Quiero que sepáis el duro combate que sostengo por vosotros y por los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente; para que se llenen de ánimo sus corazones y, estrechamente unidos en el amor mutuo, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y el perfecto conocimiento del misterio de Dios, que es Cristo.
En él están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Palabra de Dios. – Te alabamos, Señor.
Verbum Domini. – Deo gratias.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 61,6-7. 9

De Dios viene mi salvación y mi gloria. 61,8a
Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
– De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón:
Dios es nuestro refugio.
– De Dios viene mi salvación y mi gloria.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (ALELUYA)
Taizé

Aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—, y yo las conozco, y ellas me siguen. Jn 10,27
Aleluya.
EVANGELIO
Lc 6,6–11
El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
† Lectura del santo EVANGELIO según san Lucas.
– Gloria a Ti, Señor.
Dominus vobiscum. – Et cum spiritu tuo.
Lectio sancti † Evangelii secundum Lucam.
– Gloria tibi, Domine.
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada:
«Levántate y ponte en medio».
Y, levantándose, se quedó en pie.
Jesús les dijo:
«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?».
Y, echando en tomo una mirada a todos, le dijo:
«Extiende tu mano».
Él lo hizo y su mano quedó restablecida.
Pero ellos, ciegos por la cólera, discutían qué había que hacer con Jesús.
Palabra del Señor. – Gloria a Ti, Señor Jesús.
Verbum Domini. – Laus tibi, Christe.
HOMILÍA
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: Pidamos, hermanos y hermanas, al Padre Todopoderoso, que por medio de su Hijo, derrame sus dones de gracia sobre los fieles y pastores que el Espíritu Santo reúne en la Santa Iglesia.
Lector: 1. Mantén en salud al Santo Padre, el Papa Francisco, para el gobierno de tu pueblo santo.
– Te rogámus, audi nos!
2. Envía la luz de tu Espíritu Santo a los obispos y sacerdotes de la Iglesia. – Te rogámus, audi nos!
3. Da paz y concordia a todos los cristianos.
– Te rogámus, audi nos!
4. Muestra tu rostro misericordioso a los enfermos y afligidos. – Te rogámus, audi nos!
5. Da descanso eterno a nuestros hermanos y hermanas difuntos. – Te rogámus, audi nos!
Sacerdote: ¡Oh Dios, nuestro refugio y nuestra fuerza! Escucha las peticiones de tu iglesia. Eres Tú que nos das el fervor. Concédenos que obtengamos lo que te pedimos con fe. Por Cristo, nuestro Señor. – Amén.
LITURGIA EUCARÍSTICA
PREPARACIÓN DE LAS OFERTAS
CANTO DE OFERTORIO
M. Duruflé: Ubi caritas et amor (coro)
Oren (Orad), hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes (y vuestro), sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
– El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Suscípiat Dóminus sacrifícium de mánibus tuis ad laudem et glóriam nóminis sui, ad utilitátem quoque nostram totiúsque Ecclésiæ suæ sanctæ.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Oh, Dios, autor de la piedad sincera y de la paz, te pedimos que con esta ofrenda veneremos dignamente tu grandeza y nuestra unión se haga más fuerte por la participación en este sagrado misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor. – Amén.
PREFACIO
(Prefacio común, III)
El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón. – Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios. – Es justo y necesario.
Dóminus vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Sursum corda. – Habémus ad Dóminum.
Grátias agámus Dómino Deo nostro. – Dignum et iustum est.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has querido ser, por medio de tu amado Hijo, no solo el creador del género humano, sino también su bondadoso restaurador. Por eso, con razón te sirven todas las criaturas, con justicia te alaban todos los redimidos y unánimes te bendicen tus santos.
Con ellos, unidos a todos los ángeles, nosotros queremos celebrarte y te alabamos diciendo:
SANCTUS
Missa mundi

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
PLEGARíA EUCARÍSTICA
C. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad;
T. por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y X Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y COMAN (TOMAD Y COMED) TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTO ES MI CUERPO
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES (VOSOTROS).
Del mismo modo, acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos; dando gracias te bendijo, y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMEN Y BEBAN (TOMAD Y BEBED) TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES (VOSOTROS) Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HAGAN (HACED) ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
C. Éste es el Misterio de la fe.
– Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Mortem tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec vénias.
T. Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.
1. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Pedro y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.
2. Acuérdate también de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
T. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. – Amén.
RITO DE COMUNIÓN
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Pater noster, qui es in cælis (Ú p. 301)
sanctificétur nomen tuum;
advéniat regnum tuum;
fiat volúntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie;
et dimítte nobis débita nostra,
sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris;
et ne nos indúcas in tentatiónem;
sed líbera nos a malo.
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
– Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.
Quia tuum est regnum, et potéstas, et glória in sæcula.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: «La paz les (os) dejo, mi paz les (os) doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
– Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes (vosotros).
– Y con tu espíritu.
Pax Dómini sit semper vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Dense (Daos) fraternalmente la paz.
AGNUS DEI
Missa mundi

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
– Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo et sanábitur ánima mea.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN
«Én vagyok a világ világossága» Jn 8,12

Yo soy la luz del mundo;
el que me sigue no camina en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida, dice el Señor.
CANTOS DE COMUNIÓN
«Üdvöz légy, Krisztusnak»

M. Frisina: Anima Christi (coro y fieles )

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus fieles, alimentados con tu palabra y vivificados con el sacramento del cielo, beneficiarse de ‘ros dones de tu Hijo amado, de tal manera que merezcamos participar siempre de su vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
– Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
Bendito se al nombre del Señor. – Ahora y por todos los siglos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
– Que hizo el cielo y la tierra.
Dóminus vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Sit nomen Dómini benedíctum.
– Ex hoc nunc et usque in sæ´ culum.
Adiutórium nostrum in nómine Dómini.
– Qui fecit cælum et terram.
La bendición de Dios todopoderoso, Padre †, Hijo † y Espíritu † Santo, descienda sobre ustedes (vosotros). – Amén.
Benedícat vos omnípotens Deus, † Pater, et † Fílius, et
† Spíritus Sanctus. – Amen.
Pueden (Podéis) ir en paz. – Demos gracias a Dios.
Ite, missa est. – Deo grátias.
CANTO FINAL
Cl. Monteverdi: Cantate Domino (coro)