Domingo 23º del Tiempo Ordinario
5 septiembre 2021
Santa misa de inauguración con primera comunión – Plaza de los Héroes
CANTOS DE REUNIÓN
«Taizé: Maranatha»

«Taizé: Veni Sancte»

«Urunk, hála, hogy te táplálsz»

2. De a szívünk vágyakozva azért sóhajt tefeléd:
Engedd, Jézus, megízlelnünk örök élet Kenyerét!
3. Elfogadtál, meg is hívtál követődnek, Mesterünk.
Köszönjük, hogy veled járó tanítványok lehetünk!
4. Te adj nékünk testvérszívet, együttérzőt, szelídet!
Hadd ragyogjon szavainkban, tetteinkben szeretet!
RITOS INICIALES
CANTO DE ENTRADA
«Jertek, Atyám áldottai» (Mt 25, 34)

INTROITUS
Sal 118, 137. 124
Señor, tú eres justo, tus mandamientos son rectos.
Trata con misericordia a tu siervo.
SALUDO
En el nombre del Padre, y del Hijo, † y del Espíritu Santo. – Amén.
La paz esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
In nómine Patris, et Fílii † et Spíritus Sancti. – Amen.
Pax vobis. – Et cum spíritu tuo.
ACTO PENITENCIAL
Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados misterios reconozcamos nuestros pecados.
Una breve pausa en silencio.
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes (vosotros), hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes (vosotros), hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amen.
Confíteor Deo omnipoténti et vobis, fratres, quia peccávi nimis cogitatióne, verbo, ópere et omissióne: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, omnes Angelos et Sanctos, et vos, fratres, oráre pro me ad Dóminum Deum nostrum.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. – Amén.
KYRIE
«Werner: Mercedes-mise»

Señor, ten piedad. – Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. – Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. – Señor, ten piedad.
GLORIA
«Werner: Mercedes-mise»

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Oh, Dios, por ti nos ha venido la redención y se nos ofrece la adopción filial; mira con bondad a los hijos de tu amor, para que cuantos creemos en Cristo alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. – Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Is 35, 4-7a
LECTURA del libro de Isaías.
Decid a los inquietos: «Sed fuertes, no temáis.
¡He aquí vuestro Dios!
Llega el desquite, la retribución de Dios.
Viene en persona y os salvará».
Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el cojo como un ciervo y cantará la lengua del mudo, porque han brotado aguas en el desierto y corrientes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque, el suelo sediento en manantial».
Palabra de Dios. – Te alabamos, Señor.
Verbum Domini. – Deo gratias.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 145, 7. 8-9a 9bc-10
«Taizé: Laudate omnes gentes»

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
– Laudate omnes gentes, laudate Dominum!
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
– Laudate omnes gentes, laudate Dominum!
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad.
– Laudate omnes gentes, laudate Dominum!
SEGUNDA LECTURA
Sant 2, 1-5
LECTURA de la carta del apóstol Santiago.
Hermanos míos, no mezcléis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con la acepción de personas.
Suponed que en vuestra asamblea entra un hombre con sortija de oro y traje lujoso, y entra también un pobre con traje mugriento; si vosotros atendéis al que lleva el traje de lujo y le decís: «Tú siéntate aquí cómodamente», y al pobre le decís: «Tú quédate ahí de pie» o «siéntate en el suelo, a mis pies», ¿no estáis haciendo discriminaciones entre vosotros y convirtiéndoos en jueces de criterios inicuos?
Escuchad, mis queridos hermanos: ¿acaso no eligió Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que lo aman?
Palabra de Dios. – Te alabamos, Señor.
Verbum Domini. – Deo gratias.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (ALELUYA)

Mt 4,23
Aleluya.
Jesús proclamaba el Evangelio del reino, y curaba toda dolencia del pueblo.
Aleluya.
EVANGELIO
Mc 7, 31-37
El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
† Lectura del santo EVANGELIO según san Marcos. – Gloria a Ti, Señor.
Dominus vobiscum. – Et cum spiritu tuo.
Lectio sancti † Evangelii secundum Lucam.
– Gloria tibi, Domine.
En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la mano. Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá» (esto es, «ábrete»). Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
Palabra del Señor. – Gloria a Ti, Señor Jesús.
Verbum Domini. – Laus tibi, Christe.
HOMILÍA
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: Pidamos, hermanos y hermanas, al Padre Todopoderoso, que por medio de su Hijo, derrame sus dones de gracia sobre los fieles y pastores que el Espíritu Santo reúne en la Santa Iglesia.
Lector: 1. Mantén en salud al Santo Padre, el Papa Francisco, para el gobierno de tu pueblo santo. – Te rogámus, audi nos!
2. Envía la luz de tu Espíritu Santo a los obispos y sacerdotes de la Iglesia. – Te rogámus, audi nos!
3. Da paz y concordia a todos los cristianos. – Te rogámus, audi nos!
4. Muestra tu rostro misericordioso a los enfermos y afligidos. – Te rogámus, audi nos!
5. Da descanso eterno a nuestros hermanos y hermanas difuntos. – Te rogámus, audi nos!
Sacerdote: ¡Oh Dios, nuestro refugio y nuestra fuerza! Escucha las peticiones de tu iglesia. Eres Tú que nos das el fervor. Concédenos que obtengamos lo que te pedimos con fe. Por Cristo, nuestro Señor. – Amen.
LITURGIA EUCARÍSTICA
PREPARACIÓN DE LAS OFERTAS
CANTOS DE OFERTÓRIO
«Búza, aranyszemu˝ búza»

2. Szőlő, piros szemű szőlő,
ősszel szednek le a tőről.
Fejtvén a pap kehelyébe
úgy mond: Ez a Krisztus Vére!
3. Búza, hullasd belém magvad,
szőlő, édes leved adjad.
Színbor legyek én is zúzva,
lisztláng, aki voltam, búza!
«Áldozattal járul hozzád»

A kenyér- s boráldozattal felajánljuk szívünket,
szándékunkat, tetteinket és mind egész éltünket.
Áldd meg, amit fölszentelnek hív szolgáid szent nevednek,
irgalmasság édes Atyja, ó, hallgass meg bennünket!
Oren (Orad), hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes (y vuestro), sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
– El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Suscípiat Dóminus sacrifícium de mánibus tuis ad laudem et glóriam nóminis sui, ad utilitátem quoque nostram totiúsque Ecclésiæ suæ sanctæ.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Oh, Dios, autor de la piedad sincera y de la paz, te pedimos que con esta ofrenda veneremos dignamente tu grandeza y nuestra unión se haga más fuerte por la participación en este sagrado misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor. – Amén.
PREFACIO II Dominical del tiempo ordinario
(El plan divino de la salvación)
El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón. – Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios. – Es justo y necesario.
Dóminus vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Sursum corda. – Habémus ad Dóminum.
Grátias agámus Dómino Deo nostro. – Dignum et iustum est.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen; sufriendo la cruz, nos libró de eterna muerte, y, resucitando de entre los muertos, nos dio vida eterna.
Por eso, con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones, y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
SANCTUS
«Werner: Mercedes-mise»

PLEGARÍA EUCARÍSTICA III
C. Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.
T. Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera que sean Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos mandó celebrar estos misterios.
Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMEN Y COMAN (TOMAD Y COMED) TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTO ES MI CUERPO
QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES (VOSOTROS).
Del mismo modo, acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos; dando gracias te bendijo, y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMEN Y BEBAN (TOMAD Y BEBED) TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES (VOSOTROS) Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HAGAN (HACED) ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
C. Éste es el Misterio de la fe.
– Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Mortem tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec vénias.
T. Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.
1. Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo, san José, los apóstoles y los mártires, (san N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.
2. Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: al tu servidor, el Papa Francisco, a nuestro obispo Pedro, al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
3. Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.
4. A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
T. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. – Amén.
RITO DE COMUNIÓN
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
– Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.
Quia tuum est regnum, et potéstas, et glória in sæcula.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: «La paz les (os) dejo, mi paz les (os) doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. – Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
Pax Dómini sit semper vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Dense (Daos) fraternalmente la paz.
AGNUS DEI
«Werner: Mercedes-mise»

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
– Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo et sanábitur ánima mea.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN
Sal 41, 2-3
Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío;
mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
CANTOS DE COMUNIÓN
Ps 33, 9

«Megadja most Isten»

2. Hozzánk jövő Krisztus lelkünket újítja,
minden erénnyel virágba borítja.
3. Egy kis fehérségben maga az Istenség,
hiszlek, hogy jelen vagy, ó drága Felség!
«Ó, szentséges lakoma»

Z. Kodály: Elsô áldozás (coro)
«Megadja most Isten»
4. Irgalmas Istennek csodálatos volta
kenyérnek színében magát nekünk adta.
5. Maradj nálam, Jézus, szeretlek én téged,
te taníts, te nevelj, add meg segítséged!
«Itt jelen vagyon»

2. Itt jelen vagyon mi édes Teremtőnk,
itt jelen vagyon a mi közbenjárónk,
itt jelen vagyon vigasztaló társunk:
a Jézus Krisztus.
3. Itt jelen vagyon Út, Igazság, Élet,
itt jelen vagyon a mennyei fölség,
itt jelen vagyon fényes világosság:
a Jézus Krisztus.
4. Itt jelen vagyon váltságunknak Napja,
itt jelen vagyon bűnünk megrontója,
itt jelen vagyon szeretetnek lángja:
a Jézus Krisztus.
5. Itt jelen vagyon a mi Vigasságunk,
itt jelen vagyon őrizőnk, oltalmunk,
itt jelen vagyon lelki bátorítónk:
a Jézus Krisztus.
6. Adja minékünk az ő szent országát,
hogy megláthassuk szentséges lakását,
angyali karból tiszta, szép orcáját
és ő szent Atyját! Ámen.
«Taizé: Jézus, életem, erôm, békém»

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus fieles, alimentados con tu palabra y vivificados con el sacramento del cielo, beneficiarse de ‘ros dones de tu Hijo amado, de tal manera que merezcamos participar siempre de su vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. – Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
Bendito se al nombre del Señor. – Ahora y por todos los siglos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor. – Que hizo el cielo y la tierra.
Dóminus vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Sit nomen Dómini benedíctum.
– Ex hoc nunc et usque in sæculum.
Adiutórium nostrum in nómine Dómini.
– Qui fecit cælum et terram.
La bendición de Dios todopoderoso, Padre †, Hijo † y Espíritu † Santo, descienda sobre ustedes (vosotros). – Amén.
Benedícat vos omnípotens Deus, † Pater, et † Fílius, et
† Spíritus Sanctus. – Amen.
Pueden (Podéis) ir en paz. – Demos gracias a Dios.
Ite, missa est. – Deo grátias.
CANTO FINAL
«Gyôzelemrôl énekeljen»

2. Egykor értünk testet öltött, kisgyermekként jött közénk,
a keresztfán vére ömlött váltságunknak béreként.
Most az oltár Golgotáján újra itt a drága Vér,
áldozat az Isten-Bárány, Krisztus Teste a kenyér.
R: Krisztus, kenyér s bor színében…
3. Zúgjon hát a hálaének, szálljon völgyön, tengeren,
a szeretet Istenének dicsődég és üdv legyen!
Az egész föld legyen oltár, virág rajta a szívünk,
minden dalunk zengő zsoltár, tömjénillat a hitünk!
R: Krisztus, kenyér s bor színében…
4. István király árva népe, te is hajtsd meg homlokod,
borulj térdre, szórd elébe minden gondod, bánatod!
A kereszt volt ezer éven reménységed oszlopa,
most is Krisztus jele légyen jobb jövődnek záloga!
R: Krisztus, kenyér s bor színében…
CANTO DE SALIDA
«Áldott az Úr – Oltáriszentség-himnusz»

2. Áldott az Úr, ki értünk onta vért,
megmossa lelkünk tépett köntösét.
Országa eljő, Krisztus visszatér! Alleluja, allelluja!
3. Áldott az Úr, ki új életet ad.
Szomjazza szívünk éltető szavad!
Minden forrásom belőled fakad! Alleluja, allelluja!
4. Ó, Jézusom, te hűséges barát,
társam vagy nékem életemen át.
Lelkemben hála, zengek glóriát. Alleluja, allelluja!
5. Ujjong a szívünk, árad énekünk,
általad, benned s véled élhetünk.
Szentségre hívsz s táplálod életünk. Alleluja, allelluja!
6. Dicsőség légyen néked, jó Atyánk,
Szent Fiad áldja hálatelt imánk!
Áldott a Lélek! – énekelje szánk! Alleluja, allelluja!