Santa Misa - Viernes, 10 septiembre

Viernes, 10 septiembre
Misa votiva del Sagrado Corazón de Jesús

CANTO DE REUNIÓN

P. Inwood: Misericordes sicut Pater (coro)

RITOS INICIALES

CANTO DE ENTRADA

Sal 32,11.19

Los designios del corazón de Dios permanecen para siempre:
Él salva a sus fieles de la muerte
y los sustenta en el tiempo de indigencia.

SALUDO

En el nombre del Padre, y del Hijo, † y del Espíritu Santo.

– Amén.

La paz esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.


In nómine Patris, et Fílii † et Spíritus Sancti. – Amen.
Pax vobis. – Et cum spíritu tuo.


ACTO PENITENCIAL

Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados misterios reconozcamos nuestros pecados.

Una breve pausa en silencio.

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes (vosotros), hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes (vosotros), hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amen.


Confíteor Deo omnipoténti et vobis, fratres, quia peccávi nimis cogitatióne, verbo, ópere et omissióne: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, omnes Angelos et Sanctos, et vos, fratres, oráre pro me ad Dóminum Deum nostrum.


Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. – Amén.

KYRIE

Pejtsik Péter: Budapest Mise, Kyrie

Señor, ten piedad. – Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. – Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. – Señor, ten piedad.

ORACIÓN COLECTA

Dios rico en misericordia, que nos das la alegría de celebrar las grandes obras de tu amor en el Corazón de tu Hijo muy amado; te rogamos que de esta fuente inagotable alcancemos la abundancia de tu gracia. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. – Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

LECTURA

1Tim 1,1–2. 12–14

LECTURA de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, Salvador nuestro, y de Cristo Jesús, esperanza nuestra, a Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fio de mí y me confió este ministerio, a mí, que antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero Dios tuvo compasión de mí porque no sabía lo que hacía, pues estaba lejos de la fe; sin embargo, la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.

Palabra de Dios. – Te alabamos, Señor.


Verbum Domini. – Deo gratias.


SALMO RESPONSORIAL

SALM 15,1–2a és 5. 7–8. 11

Tú, Señor, eres el lote de mi heredad. Salm 15,5a

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano.
– Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
– Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
– Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (ALELUYA)

Pejtsik Péter: Budapest Mise, (H)alleluja(H)

Tu palabra, Señor, es verdad; santifícanos en la verdad.

Aleluya. Jn 17,17b

EVANGELIO

Lc 6,39–42

El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.

† Lectura del santo EVANGELIO según san Lucas.

– Gloria a Ti, Señor.


Dominus vobiscum. – Et cum spiritu tuo.
Lectio sancti † Evangelii secundum Lucam.
– Gloria tibi, Domine.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:

«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano».

Palabra del Señor. – Gloria a Ti, Señor Jesús.


Verbum Domini. – Laus tibi, Christe.


HOMILÍA

ORACIÓN DE LOS FIELES

Sacerdote: ¡Adoremos a Cristo nuestro Señor, que con su muerte en la cruz se ofreció al Padre para liberarnos de nuest­ros pecados!

Lector: 1. Señor, tú has consagrado en tu sangre la nueva y eterna alianza: concédenos que te seamos fieles siempre.
– Te rogámus, audi nos!
2. Señor, tú aceptaste por nosotros el sufrimiento y la muerte en la cruz: ¡concede que no nos neguemos a aceptar y llevar nuestra cruz diaria!
– Te rogámus, audi nos!
3. Señor, has prometido darnos un manantial de agua que brota para la vida eterna: infunde en todos los homb­res tu Espíritu Santo. – Te rogámus, audi nos!
4. Señor, enviaste a tus discípulos a proclamar el poder salvador de la cruz: haz que también nosotros saquemos fuerza de tu cruz en el sufrimiento.
– Te rogámus, audi nos!
5. Señor, has merecido para tus fieles la gracia de la resurrección y la gloria eterna: haz que nuestros hermanos difuntos disfruten del cumplimiento de tus promesas.
– Te rogámus, audi nos!

Sacerdote: Dios nuestro, en el escándalo de la cruz nos most­raste tu eterna sabiduría y tu infinito amor por nosotros. Haz que, con un espíritu confiado, podamos presumir siempre de la cruz de Cristo. Él vive y reina por los sig­los de los siglos. – Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA

PREPARACIÓN DE LAS OFERTAS

CANTOS DE OFERTORIO

«Elôtted, Jézusom, leborulok»

T. L. de Victoria: Jesu dulcis memoria (coro)

Oren (Orad), hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes (y vuestro), sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

– El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.


Suscípiat Dóminus sacrifícium de mánibus tuis ad laudem et glóriam nóminis sui, ad utilitátem quoque nostram totiúsque Ecclésiæ suæ sanctæ.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor, la inefable caridad del Corazón de tu Hijo amado, de manera que esta ofrenda te sea agradabley sirva para reparar nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor. – Amén

PREFACIO

(El inmenso amor de Cristo)

El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón. – Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios. – Es justo y necesario.


Dóminus vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Sursum corda. – Habémus ad Dóminum.
Grátias agámus Dómino Deo nostro. – Dignum et iustum est.


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor Nuestro.

Él mismo, al ser elevado en la cruz, se entregó por nosotros con amor admirable, y de su costado herido brotó Sangre y agua, dando así origen a los sacramentos de la Iglesia. Por tanto, atraídos todos por el Corazón abierto del Salvador podemos beber con alegría en la fuente de la salvación.

Por eso, unidos a los coros de los ángeles, cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

SANCTUS

Pejtsik Péter: Budapest Mise, Sanctus

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

PLEGARÍA EUCARÍSTICA

C. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad;

T. por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y X Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

TOMEN Y COMAN (TOMAD Y COMED) TODOS DE ÉL,

PORQUE ÉSTO ES MI CUERPO

QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES (VOSOTROS).

Del mismo modo, acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos; dando gracias te bendijo, y lo dio a sus discípulos diciendo:

TOMEN Y BEBAN (TOMAD Y BEBED) TODOS DE ÉL,

PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,

SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,

QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES (VOSOTROS) Y POR MUCHOS

PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.

HAGAN (HACED) ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

C. Éste es el Misterio de la fe.

– Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!


Mortem tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec vénias.


T. Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.

Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.

1. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro Obispo Pedro y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.

2. Acuérdate también de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

T. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. – Amén.

RITO DE COMUNIÓN

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nomb­re; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.


Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuest­ros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siemp­re libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

– Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.


Quia tuum est regnum, et potéstas, et glória in sæ´ cula.


Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: «La paz les (os) dejo, mi paz les (os) doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

– Amén.

La paz del Señor esté siempre con ustedes (vosotros).

– Y con tu espíritu.


Pax Dómini sit semper vobíscum. – Et cum spíritu tuo.


Dense (Daos) fraternalmente la paz.

AGNUS DEI

Pejtsik Péter: Budapest Mise, Agnus Dei

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

– Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palab­ra tuya bastará para sanarme.


Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo et sanábitur ánima mea.


ANTÍFONA DE COMUNIÓN

Jn 7,37–38

Dice el Señor: El que tenga sed venga a mí,
y beba el que cree en mí.
De su seno brotarán manantiales de agua viva.

CANTOS DE COMUNIÓN

«Jézusomnak Szívén» (coro y fieles)

«Jézus-ima – ortodox ima»

Pejtsik Péter: Tantum ergo (kórus)

«Édes Jézus, öntsd szívembe»

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor y Padre nuestro, que este sacramento de tu amor nos haga fervorosos en la caridad, para que atraídos por tu Hijo, sepamos reconocerlo en nuestros hermanos. Que vive y reina por los sig­los de los siglos. – Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN

El Señor esté con ustedes (vosotros). – Y con tu espíritu.

Bendito se al nombre del Señor. – Ahora y por todos los siglos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
– Que hizo el cielo y la tierra.


Dóminus vobíscum. – Et cum spíritu tuo.
Sit nomen Dómini benedíctum.
– Ex hoc nunc et usque in sæ´ culum.
Adiutórium nostrum in nómine Dómini.
– Qui fecit cælum et terram.


La bendición de Dios todopoderoso, Padre †, Hijo † y Espíritu † Santo, descienda sobre ustedes (vosotros). – Amén.


Benedícat vos omnípotens Deus, † Pater, et † Fílius, et
† Spíritus Sanctus. – Amen.


Pueden (Podéis) ir en paz. – Demos gracias a Dios.


Ite, missa est. – Deo grátias.

CANTO FINAL

«Gyôzelemrôl énekeljen»