

El mismo Georg Schwarz ha podido reconstruir su vida gracias al apoyo de la comunidad Cenacolo. “En algún momento, dejé todo lo que mi familia y mi fe me habían enseñado. Me he vuelto adicto al alcohol ”, recordaba su pasado.
Cenacolo no es una institución terapéutica sino se considera a sí misma como una “escuela de vida” de autoayuda basada en los valores cristianos. La cura es la comunidad misma. Además del trabajo y de las verdaderas amistades es la oración que tiene un papel central en la vida de los apoyados.
La comunidad Cenacolo cuenta actualmente con más de sesenta casas en dieciocho países. Georg Schwarz ha pasado de ser de un antiguo apoyado a un patrocinador y hoy es él mismo quien está ayudando la recuperación y el comienzo de una nueva vida de los jóvenes.